Por Guillermo Bernal Franco
Se acerca el 1 de Julio día en que se volcará el pueblo de México a depositar su voto y dar el triunfo a Enrique Peña Nieto.
Por más que pretendan desconocer la alta puntuación que tiene el candidato priísta ante la aceptación de la gente, perredistas y panistas estan desconcertados ya que no dan una.
Los enormes compromisos que han adquirido los perredistas con determinados periódicos para alterar la información sobre las encuestas ponen de manifiesto la desesperación ante la derrota que se avecina.
AMLO, sabe que sus inclinaciones sectáreas le van acarrear muchos problemas, los enfrentamientos con los sectores productivos presagian tempestades que México no podrá soportar. Así sera muy fácil argumentar que si no hay resultados no es culpa suya.
Con demagógicos spots los perredistas tratan de engañar a la gente aparecen como blancas palomas y en realidad practican un sectarismo insultante y agresivo. México no merece ser gobernado por un personaje que rompe con los principios de moralidad. Así no se puede hablar de paz.
La candidata panista JVM, debería a estas alturas tirar la toalla ante los desaires recibidos por los ciudadanos que no aceptan sus expresiones acartonadas salpicadas de intolerancia y de irreales actitudes. JVM, simula ante la gente lo que no es. Una generosidad que no existe en ella. A eso se debe haber caído en las preferencias.
Quienes conocemos a este México desde muchos años atrás y hemos vivido diferentes etapas de su vida política, no podemos aceptar que México sufra la irresponsabilidad de los que no entienden ni comprenden para que es el poder . El poder es para mejorar la vida de todos los mexicanos.
La voluntad de EPN por mejorar la situación del país va en serio. Esto no tiene retorno.